Receta de cine mexicano.

Seguramente todos los compatriotas mexicanos se han preguntado en alguna ocasión qué fregados pasa con el cine mexicano; bien, yo si me lo pregunto y la respuesta es simple, después de mucho indagar caí en la conclusión que el cine de México se basa en una simple receta que les comparto a continuación:

1- Antes que nada necesitamos el guión, lo más importante es conseguir a un escritor que tenga la capacidad de hilar 3 groserías por cada 5 palabras, no nos importa que no se de a entender ni que la historia sea de lo más estúpida, lo más importante son las groserías, ya que como todos saben absolutamente todos los mexicanos hablamos como macuarritos y nos importa pura fregada la sintaxis; para nuestro guión también necesitamos que el escritor sea capaz de incluir escenas de sexo totalmente innecesarias y desnudos a diestra y siniestra esto con la única intensión de incrementar el interés en la “trama”.

2- Ahora que tenemos nuestro guión, necesitamos al director que le de vida a nuestra visión. Para esto buscaremos los servicios de un director que toda su vida no haya hecho más que comerciales para la caja estúpida y mejor aun si este sujeto ha trabajado con televisa, solo basta que haya hecho algo para esta televisora para que sea un director experto en cine.



3- Para hacer realidad nuestro sueño de ver nuestra historia en la gran pantalla buscaremos como productor a algún mafioso que no tenga la más mínima idea de lo que es el arte y que solo le interese lavar algo de dinero y cumplir sus caprichos pasando por encima de nuestra visión, por supuesto, esta persona tiene que “pasar por las armas” a los protagonistas, para así darle el visto bueno a los actores, quienes veremos a continuación.

4- Bien ya estamos por la mitad y ahora necesitamos a nuestro gallardo protagonista, buscaremos a un actor con cara de idiota, homosexual y estreñido, que no le importe tener el papel de un drogadicto sin beneficio alguno y por supuesto, que tenga la capacidad de sonar “chistoso” al decir las palabrotas que nuestro guión exige.




5- Para nuestra valiente y sufrida damisela buscaremos a una niña muy linda y dispuesta a mostrar la piel, no nos importa que no tenga la capacidad de recordar el guión y menos de decirlo en las cámaras, solo nos importa que nuestra protagonista se desnude y haga escenas por demás morbosas.


6- Solo nos queda un ingrediente más para terminar nuestra maravillosa y vomitiva producción, necesitamos que sea televisa quien se encargue de la distribución de nuestra cinta, de esta manera nuestra película será siempre un gran excito en taquilla, no importa que dure media semana en cartelera y que la sala no sobrepase de 20 personas, dada su bien conocida fama de decir siempre la verdad y jamás, pero nunca jamás disfrazar la verdad, televisa siempre mostrara nuestra creación como el gran éxito del año.

Bien así es como se hace cine comercial en México, el paso número 7 es unica y exclusivamente si queremos convertir nuestra película en cine de arte, no necesitamos más que contratar a cualquiera de la familia Bichir o a Susana Zavaleta para que nuestra película pase de ser cine comercial a cine de arte.






Teniendo todo esto solo nos queda para prepararnos para la fama y ser admirados por un público que jamás nos exigirá hacer algo bueno o inteligente, solo necesitamos meterlos por noventa minutos a una sala de cine a llenarse de más mierda el cerebro.

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